Depuradoras enterradas: por qué sacarlas y montarlas en casetas elevadas

Muchas piscinas antiguas tienen la depuradora enterrada, metida en un hueco bajo tierra o en arquetas pequeñas. Aunque durante años fue algo habitual, hoy en día se considera una instalación poco eficiente y con problemas de accesibilidad, seguridad y mantenimiento. Lo más recomendable es sacar toda la depuradora y montarla en una caseta elevada, donde el equipo pueda trabajar en condiciones óptimas.

¿Por qué es un problema tener la depuradora enterrada?

Las instalaciones bajo tierra generan varios inconvenientes que afectan al rendimiento del sistema y a la durabilidad de los equipos:

Humedad constante: provoca corrosión, oxidación del motor y deterioro prematuro del filtro y la válvula selectora.
Mala ventilación: el motor trabaja caliente, pierde eficiencia y puede quemarse con mayor facilidad.
Dificultad de acceso: cualquier reparación o mantenimiento se vuelve complicada, incómoda y más costosa.
Riesgo de inundación: con lluvia o rotura de tubería, el agua entra en la arqueta y daña el motor.
Instalación desordenada: muchas depuradoras enterradas tienen tubería antigua, válvulas deterioradas y un diseño poco práctico.

Ventajas de instalar la depuradora en una caseta elevada

Al sacar la depuradora al exterior y montarla en una caseta elevada se mejora todo el sistema de filtración y el mantenimiento diario.

Accesibilidad total: el equipo queda a la altura adecuada para manipular válvulas, revisar el prefiltro o cambiar arena/vidrio.
Mayor ventilación: la bomba trabaja más fría, consume menos y dura más años.
Protección contra humedad e inundaciones: la caseta mantiene el motor y el filtro siempre secos.
Instalación más limpia y ordenada: se aprovecha para renovar tuberías, válvulas y conexiones.
Mejor rendimiento de filtración: al renovar toda la instalación, el agua circula con mejor caudal y claridad.

¿En qué consiste el proceso de sacar la depuradora enterrada?

El trabajo se realiza siguiendo varios pasos para garantizar que la nueva instalación quede totalmente funcional y limpia:

1. Vaciado y desmontaje de la depuradora antigua. Retiramos bomba, filtro, válvulas y tuberías deterioradas.
2. Anulación de la arqueta o espacio enterrado. Se limpia, se rellena o se sella según el caso para evitar hundimientos o filtraciones.
3. Construcción o instalación de la caseta elevada. Puede ser de obra o prefabricada, siempre con buena ventilación y acceso.
4. Montaje de motor, filtro y válvulas nuevas o existentes. Se instala la depuradora en una posición cómoda y accesible.
5. Renovación de tubería de presión. Se sustituyen conducciones antiguas por tubería PN16 de mayor resistencia.
6. Prueba de funcionamiento y comprobación de caudal. Dejamos el sistema en marcha y revisamos que funciona correctamente.

¿Cuándo es recomendable hacer este cambio?

Te recomendamos sacar la depuradora enterrada cuando:

La bomba falla con frecuencia o se recalienta.
La arqueta se encharca o tiene humedad constante.
Hay fugas en tuberías antiguas o mal selladas.
Cuesta acceder a válvulas o al prefiltro.
La depuradora tiene más de 10–15 años y es necesario renovarla.

¿Quieres que revisemos tu instalación?

En Piscinas RueMa realizamos la extracción de depuradoras enterradas, renovación completa de tuberías y montaje en caseta elevada para mejorar el rendimiento y la durabilidad del sistema.

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