Automatización de piscinas: control remoto, sondas y regulación automática
La automatización de piscinas permite mantener el agua en perfecto estado con menos esfuerzo y mayor precisión. Los sistemas actuales controlan parámetros como pH, cloro, filtración y temperatura, ajustándolos automáticamente para evitar problemas y mejorar la eficiencia.
¿Qué es la automatización de una piscina?
Consiste en instalar equipos que monitorizan y regulan la calidad del agua mediante sondas y controladores. Estos sistemas trabajan de forma continua para mantener niveles estables sin intervención constante del propietario.
- Sonda de pH: mide y ajusta el nivel de acidez del agua.
- Sonda Redox: controla la desinfección y la producción de cloro.
- Control de filtración: programación automática según necesidades.
- Control remoto: gestión desde el móvil mediante app.
Ventajas de automatizar la piscina
- Agua siempre estable: evita picos de pH o cloro.
- Ahorro en productos: dosificación exacta y sin excesos.
- Menos mantenimiento: reduce fallos y tareas manuales.
- Mayor seguridad: evita errores en la aplicación de químicos.
¿Qué sistemas de automatización existen?
1. Controladores de pH
Dosifican automáticamente el producto corrector para mantener el nivel ideal entre 7,2 y 7,4.
2. Controladores Redox para cloro
Regulan la desinfección midiendo la capacidad oxidante del agua. Es el complemento perfecto para electrólisis salina.
3. Sistemas completos de domótica
Control total desde el móvil: filtración, dosificación, temperatura e iluminación.
¿Cuándo conviene automatizar?
La automatización es ideal para piscinas que se desajustan con frecuencia, propietarios que no están siempre en la vivienda o instalaciones con electrólisis salina.
Nuestra recomendación
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